VIDRIERA

Restauración de las vidrieras de las capillas del Baptisterio y San José

Habiéndose concluidos los muros y techumbre de la nueva Catedral en 1909, el deán Palahí había ideado un discurso iconográfico para las vidrieras que ayudase pedagógicamente a todos, lógicamente, la principal vidriera tenía que estar dedicada a Cristo, en este caso a su Corazón Divino, debiendo presidir el testero del templo catedralicio, y a sus pies el obispo Nicolás Redondo y el propio deán Palahí en actitud de adoración. A continuación, a los lados de la vidriera principal se colocarían los patronos de la diócesis: la Virgen de Los Remedios, San Cristóbal, San Fernando Rey y Santa Isabel de Portugal.

Las recién estrenadas vidrieras del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife habían suscitado una gran impresión a todos los que la contemplaban, pero el coste era demasiado elevado para las arcas de la Catedral. Después de pedir diseños y presupuestos a diversos talleres nacionales y extranjeros, se determinó que fueran realizadas por la casa zaragozana La Veneciana, sobre todo por las facilidades que ofrecieron para el pago. Decidida la empresa que las realizaría, así como los motivos iconográficos, el deán empezó a buscar benefactores que pudieran sufragar el coste de las vidrieras que cerraran las ventanas; en ese sentido, sería la Diputación Provincial, la antecesora de la Mancomunidad de Cabildos, la institución primera que se comprometería con la cantidad suficiente para una vidriera, colocándose su escudo correspondiente; también hubo personas particulares que esponsorizaron alguna, colocándose el anagrama del benefactor, como es el caso de la vidriera del Baptisterio.

Después de culminada la restauración de la techumbre de la Catedral, el Cabildo Catedralicio ha iniciado una campaña de recuperación y restauración de diversos bienes muebles, con la ayuda de los feligreses, el Cabildo Insular, la Asociación de Amigos de la Catedral o el Regimiento de Artillería, como son el caso de los retablos de Santa Bárbara, de la Virgen de Candelaria, de la Inmaculada o el del Señor de la Columna, ahora en ejecución. También, el Cabido Catedral está intentando recuperar las diversas vidrieras que el tiempo ha dañado o roto. Hace unos años, la Real Sociedad Económica de Amigos del País, sufragó un primer arreglo de las vidrieras de la Capilla de Santa Bárbara por haber sido ellos los que la habían regalado a principios del siglo XX.

Estos días hemos podido ver culminada la restauración de las vidrieras de las capillas del Baptisterio y de San José, significando un coste total de 4.967,90 €. Para su correcta restauración ha sido necesario desmontar, no solo la vidriera en sí, sino también colocar un nuevo marco metálico, porque el antiguo estaba totalmente oxidado, habiendo perdido mucho material. Después de sanear el muro y colocar el nuevo marco metálico, han vuelto a lucir con todo su esplendor las antiguas vidrieras de esas capillas.

El deseo del Cabildo Catedral es continuar buscando financiación suficiente para que todas las vidrieras, así como otros bienes muebles del Templo, vuelvan a recuperar el esplendor perdido por los años. Así el próximo proyecto es recuperar las vidrieras de las capillas de la Virgen del Carmen, de Santa Teresa y el de la Inmaculada, teniendo un coste aproximado de 2.500 € cada una.

 

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