Se cumplen hoy doce años del nombramiento de D. Bernardo Álvarez como obispo de la diócesis Nivariense.
El miércoles 29 de junio de 2005, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, la Nunciatura Apostólica en España comunicó a la CEE que la Santa Sede había hecho público que le papa Benedicto XVI había aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Tenerife que D. Felipe Fernández le presentó en su momento. Al mismo tiempo comunicaba que había nombrado Obispo de la citada Sede Episcopal a Bernardo Álvarez Afonso, hasta ese momento (y desde 1999) Vicario General de la Diócesis.
Por su parte, el obispo electo tras manifestar en ese día su conmoción y sorpresa, sintetizaba en tres verbos, tradicionales en sus acciones pastorales, la tarea a realizar: “impulsar, corregir, implantar”. Aseguró que tras conocer la decisión «sentí una sensación indescriptible y aún no me he hecho a la idea». Mons. Álvarez se preparaba entonces para asumir el ministerio episcopal dos meses más tarde.