Tesoro
Las grandes obras de la orfebrería catedralicia que ofrece este espacio lo convierten en uno de los Tesoros más importantes de Canarias. En sus vitrinas resaltan piezas de orfebrería para las celebraciones sacramentales.
En esta sala se pueden ver incensarios, utilizados para purificar y perfumar; naveta, espacio donde se contiene el incienso; acetre con su hisopo que se utiliza para las aspersiones litúrgicas; bandejitas; vinajeras donde se deposita el agua y vino. También nos encontramos con Cálices, Copones y Custodias.
– En el primer ámbito destaca el copón castellano del obispo Vázquez de Arce de 1515, también un soberbio Cristo filipino realizado en marfil, fechable en los siglos XVII-XVIII; así como una Cruz de Manga realizada por Ventura Correa en 1818.
– En el segundo ámbito se observa una Custodia, anónima de 1719.
“ Las grandes obras de la orfebrería catedralicia que ofrece este espacio lo convierten en uno de los Tesoros más importantes de Canarias. ”
– En el tercer ámbito llama la atención un bello Crucifijo de altar, donado por el Prebendado Pacheco. Fue realizada en Quito en el siglo XVIII. También se sitúa un Cáliz del obispo Nicolás Rey Redondo, realizado en talleres de Madrid en 1894.
– En el cuarto ámbito resalta la monumental Custodia del Corpus, realizada por el platero Benito Juan Martín, vecino de La Laguna en 1809. Junto a ella una de las grandes piezas de este Tesoro, un Juego de altar del prolífico orfebre cordobés Damián de Castro, fechable en 1780.
– En el quinto ámbito se observan trajes de la Virgen de Los Remedios. Junto a su vestimenta, las coronas de la Virgen de Los Remedios y del Niño Jesús.
– En el sexto ámbito destaca un vestido de la Virgen de Los Dolores, parece que, de autoría sevillana, y el Rostrillo de la Virgen del Carmen, obra tinerfeña fechada en el siglo XVIII.
– En el séptimo ámbito resaltan la Cruz de las andas del Corpus y las tablas flamencas del antiguo retablo de la Virgen de Los Remedios.
– En el octavo y último ámbito se emplazan las andas del Corpus. Éstas fueron ensambladas por los carpinteros Andrés y José Rodríguez y labradas por los plateros Antonio Agustín Villavicencio y Antonio Juan Correa, todos residentes en la Laguna. Junto a las andas se encuentra la Cruz del Cristo de Los Remedios, ejecutada por Juan Ignacio de Estrada en La Orotava en 1670.
