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Campaña «Dono a mi Iglesia» de la Conferencia Episcopal

DONO A MI IGLESIA
Página oficial de la Conferencia Episcopal
Recuerda que el Código Postal de La Catedral (Parroquia de Ntra. Sra. de Los Remedios es:
38201

La Conferencia Episcopal Española (CEE) cuenta con el portal de donativos para la Iglesia católica en España www.donoamiiglesia.es.

Se trata de una manera sencilla de realizar los donativos de los católicos y de todas las personas que confían en la acción de la Iglesia, la cual solo recibe para cumplir sus misión lo que los fieles y las personas que desean apoyar le hacen llegar, bien directamente, a través de colectas periódicas, o bien a través de la X en la Declaración de la Renta.

Con este portal se pretende facilitar la posibilidad de donar a la Iglesia a través de las tecnologías y de los nuevos dispositivos de comunicación.

Se puede donar una sola cantidad o bien, a través de cuotas periódicas, las cantidades que disponga el donante. Esos donativos se pueden hacer llegar, con un sencillo procedimiento, a cada una de las parroquias que existen en España, a las diócesis o bien directamente a la Conferencia Episcopal.

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Con la Eucaristía, aún desde casa, pero sin Misas

Después de las medidas tomadas por el Sr. Obispo en el Decreto que ha remitido a la diócesis, y que les adjunto a cotinuación, quiero informarles que, mientras estemos en esta situación de emergencia y las autoridades nos pidan estar en casa,
NO HABRÁ CELEBRACIONES DE LA EUCARISTÍA
EN LA CATEDRAL DE LA LAGUNA
El templo catedralicio permanecerá abierto en el horario de 9:00 h a 13:00 h, por la mañana y de 17:00 h a 20:00 h, en horario de tarde, para la oración personal de los fieles, debiendo tener en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias de evitar el contacto físico y mantener las distancias.
Les adjunto el DECRETO de Sr. Obispo, así como un auxilio para celebrar este fin de semana en casa. Recuerden que la doctrina de Iglesia siempre ha llamado a la Familia IGLESIA DOMÉSTICA, y es una ocasión de potenciar la oración comunitaria en Familia.
Existe la posibilidad de asistir a la misa virtual que se celebra todas las mañanas desde el Santuario del Cristo de La Laguna y en otros templos a través de Facebook
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Disposiciones del Obispo nivariense en relación a la prevención del Covid19

Queridos diocesanos:
Nos encontramos estos días viviendo circunstancias que nadie podía imaginar, pero precisamente en estos momentos los cristianos debemos manifestar nuestra manera de leer la vida y los acontecimientos. Son oportunidad para ponernos en manos de Dios con absoluta confianza y de tomar conciencia de nuestra fragilidad. Nada escapa a la providencia de Dios y Dios cuenta con nuestra prudencia y colaboración. Dios es
nuestra Salvación y nuestra Esperanza.
En todo momento seguimos cuanto nuestras autoridades sanitarias nos indican. Nuestra mejor colaboración, la de cada uno, es limitar nuestros contactos, conscientes de que es el principal transmisor del virus. Animamos a todos a quedarse en casa el mayor tiempo posible, así como a extremar las medidas higiénicas, sobre todo con enfermos, personas mayores y vulnerables.
Es por todo esto, que indicamos cuanto sigue:
1.- Contribuir a que no se propague el contagio del virus es no sólo una responsabilidad ciudadana sino también cristiana. Seamos conscientes que nuestro comportamiento personal es la mejor contribución a esto.
2.- En aras a evitar contagios, hemos decidido dispensar a los fieles mayores de 60 años de la asistencia a la misa dominical en los lugares de culto. Recordamos igualmente que las personas enfermas e impedidas están dispensadas, catecismo de la Iglesia Católica 2181. Podemos seguir la misa por radio, televisión e internet. En esta línea la diócesis retransmitirá la misa diaria a las 8.30 de la mañana todos los días desde el Cristo de La Laguna, a puerta cerrada y sin fieles (Enlace en www. obispadodetenerife.es). Recordamos a los fieles la tradicional práctica en la Iglesia de la “comunión espiritual”. Teniendo presente las palabras de Jesús: “Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así” (Jn 4, 23). No poder recibir la Eucaristía físicamente será un dolor salvífico, si nos enseña que, privados de la Eucaristía no podemos vivir.
3.- Instamos a los sacerdotes que celebren la Eucaristía diariamente, aún sin la asistencia de fieles, pidiendo a Dios por los fallecidos, enfermos, así como por el personal sanitario, poniendo como intención la pronta superación de esta pandemia. Confiados que, en cada misa, aunque la celebre el sacerdote solo, estaremos todos presentes y su gracia nos tocará. Igualmente recordamos a los sacerdotes que tanto las indicaciones de las autoridades sanitarias como las de la Diócesis son de obligado cumplimiento en las parroquias, iglesias y oratorios.
4.- Para las confesiones, cada sacerdote establecerá un lugar amplio, ventilado, donde se garantice la distancia de al menos un metro de distancia entre confesor y penitente.
5.- En estas circunstancias los sacerdotes no deben descuidar bajo ningún aspecto la atención espiritual y material a enfermos y ancianos, así como a cualquier persona vulnerable, que siempre ha sido la máxima preocupación para la Iglesia.
6.- En el ámbito de la catequesis cada sacerdote y cada catequista deberá buscar los medios para mantener la formación del pueblo de Dios, con los recursos digitales que hoy tenemos a nuestro alcance y con la creatividad que el amor al Evangelio y la presencia del Espíritu Santo estamos ciertos que suscitará, inventando nuevas formas de presencia.
7.- En cuanto a las exequias de los fieles cristianos, para garantizar cuanto las autoridades sanitarias indican, sólo estarán presentes los familiares más cercanos, guardando las distancias entre personas y sin las acostumbradas manifestaciones afectivas, besos, abrazos, etc. En cuanto a las misas de funeral, se pospondrán hasta que sea contralada esta pandemia.
8.- Tal y como la Vicaría General estableció el 7 y 12 de marzo, recordamos:
a) Que se extremen las medidas higiénicas, tales como limpieza diaria de bancos y bienes muebles con los que estén en contacto los fieles .
b) Que se de la Sagrada Comunión, preferentemente, en la mano, y que sacerdotes y ministros se laven convenientemente las manos antes y después de distribuir la Sagrada Comunión.
c) Que se retire el agua bendita de las entradas de los templos. Igualmente se evite el tacto de las sagradas imágenes.
Que la amenaza de este virus despierte en nosotros el amor por el que sufre y sobre todo la esperanza en el amor pleno de Dios, que con el salmista nos invita a decir: “No temerás la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa” (Sal 91).
Nos encomendamos bajo la protección de la Santísima Virgen María, Ntra. Sra. De Candelaria y confiémonos a ella con la oración que el Papa Francisco ha compuesto a María en estos momentos de tribulación.
Con mi afecto y bendición,

+ Bernardo Álvarez Afonso, Obispo Nivariense

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Cuaresma 2020. “¡Sí!, es posible una vida nueva”

En la página web obispadodetenerife.es ya se pueden consultar los materiales para celebrar la próxima Cuaresma que iniciamos el 26 de febrero, Miércoles de Ceniza.

La delegación de Liturgia ha enviado una carta en la que explica el significado del lema: “¡Sí!, es posible una vida nueva”. “Porque es posible, Sí, una vida nueva, llena de ánimo, aliento, de esperanza. Recorremos el camino cuaresmal para dejar atrás el hombre-mujer viejos y recomenzar, renacer. Esta vida nueva es posible. ¡Sí!”, subrayan.

Asimismo, se ha facilitado un material elaborado por la Acción Católica General y un itinerario para cada semana que sirva como reflexión.

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Cuaresma 2020. El Papa: “Convirtámonos a un diálogo abierto y sincero con el Señor”

“Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo”, lo escribe el Papa Francisco en su Mensaje para la Cuaresma 2020, cuyo título es: «En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20) y que fue presentado este lunes, 24 de febrero, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Volver continuamente a este Misterio, con la mente y el corazón
En su Mensaje, firmado en San Juan de Letrán el pasado 7 de octubre, Memoria de Nuestra Señora del Rosario, el Santo Padre propone cuatro puntos de reflexión: el Misterio pascual, fundamento de la conversión; la urgencia de conversión; la apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos; y una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo, con el fin de “prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria. Debemos volver continuamente a este Misterio, con la mente y con el corazón”.

De hecho, este Misterio no deja de crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.

El Misterio pascual, fundamento de la conversión.

Un primer punto que destaca el Papa Francisco en su Mensaje es que, “la alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma”. Quien cree en este anuncio, afirma el Pontífice, rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia. En cambio, si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva. Por eso, en esta Cuaresma 2020, el Papa quiere dirigir a todos los cristianos lo que ya escribió a los jóvenes en la Exhortación Apostólica Christus vivit, es decir, «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. […] Así podrás renacer, una y otra vez».

La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.

Urgencia de conversión
Otro aspecto importante que invita el Obispo de Roma a contemplar más a fondo es el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. “La experiencia de la misericordia, efectivamente – escribe el Pontífice – es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí». Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo. Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal”. La oración, señala el Papa, más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene. De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser amado sin merecerlo. “La oración – precisa el Pontífice – puede asumir formas distintas, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez más al Señor y a su voluntad”.
Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él

La apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos

Este tiempo de Cuaresma, indica el Papa Francisco, es un tiempo favorable para nuestra conversión y nunca debemos darlo por supuesto. Esta nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y sacudir nuestra modorra. “A pesar de la presencia – a veces dramática, afirma el Pontífice – del mal en nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo, este espacio que se nos ofrece para un cambio de rumbo manifiesta la voluntad tenaz de Dios de no interrumpir el diálogo de salvación con nosotros”. Ese diálogo, precisa el Papa, que Dios quiere entablar con todo hombre, mediante el Misterio pascual de su Hijo, no es como el que se atribuye a los atenienses, los cuales «no se ocupaban en otra cosa que en decir o en oír la última novedad» (Hch 17,21).

Este tipo de charlatanería, dictado por una curiosidad vacía y superficial, caracteriza la mundanidad de todos los tiempos, y en nuestros días puede insinuarse también en un uso engañoso de los medios de comunicación

Una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo.

Hacia el final de su Mensaje, el Santo Padre recuerda que, poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría. “Compartir con caridad hace al hombre más humano – afirma el Papa – mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo”.
Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo

Hacia una economía más justa e inclusiva.

Finalmente, el Papa Francisco señala que, “podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía”. Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. Pío XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.

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Fiesta de la Sagrada Familia: «Tú me has tejido en el seno materno»

Este fin de semana se celebra la Fiesta de la Sagrada Familia, que coincide con el primer domingo después de la Navidad del Señor. Con este motivo, organizada y promovida por la Delegación diocesana de Familia y Vida, a las 17:30 h., el Sr. Obispo presidirá la Eucaristía en la que se bendecirán a las embarazadas. Porque la vida siempre es un don, nunca una amenaza…

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El papa Francisco invita a la diócesis Nivariense a “proseguir incansablemente en la actividad evangelizadora”

  • La diócesis comenzó a “festejar su bicentenario” y se abrió la Puerta Santa del Año Jubilar

La Catedral acogió este sábado la celebración de comienzo del bicentenario de la diócesis de San Cristóbal de La Laguna. Con la máxima solemnidad, el obispo Nivariense presidía la Misa que fue concelebrada por su homólogo de la diócesis Canariense, junto a buena parte del clero venido desde las cuatro islas de la provincia de S/C de Tenerife.

La jornada había comenzado en el exterior de las Casas Capitulares. De ahí partió la procesión con el Consejo Diocesano de Pastoral y el clero presente. Al llegar al exterior del templo se leyó el decreto por el que la Santa Sede concedía a la diócesis un Año Jubilar.  El obispo Álvarez abrió la llamada Puerta Santa, iniciándose la entrada a la Catedral en la que se encontraban ya los fieles y autoridades participantes.

El obispo comenzó la eucaristía narrando cómo fue el 21 de diciembre de 1819. A continuación, dio lectura al mensaje enviado por el papa Francisco que fue acogido por un aplauso. Francisco animó en el mismo a “tener siempre presente el amor misericordioso de Nuestro Señor Jesucristo”, al tiempo que exhortó a los diocesanos a “que prosigan incansablemente su actividad evangelizadora, llevando la alegría del Evangelio, siendo testigos creíbles de la caridad de Cristo que llama a prodigarse, con amor y delicadeza, en el servicio a los hermanos y hermanas más necesitados y olvidados de la sociedad”.

En su homilía, Álvarez recordó que “ya en 1404, el papa Benedicto XIII, teniendo en cuenta el arraigo de la fe cristiana entre la población de nuestras islas, constituyó la Diócesis de Canarias. 415 años después, Pío VII, determinó constituir nuestra diócesis de San Cristóbal de la Laguna, segregándola de la de Canarias”, agregó.

La intervención del prelado nivariense fue una memoria agradecida a Dios y a tantas personas e instituciones que, a lo largo de dos siglos, han sido y son signo e instrumento de Dios en estas islas. “En este día memorable, quiero levantar acta, en la que conste de modo fehaciente nuestro reconocimiento de que todo lo bueno que podamos decir de la historia de nuestra diócesis, «es el Señor quien lo ha hecho» – subrayó.

Por ello, invito a los diocesanos “a firmar esta acta en nuestro corazón. Un acta que lleve por título: «200 Años de historia: es el Señor quien lo ha hecho«. Pero en esta acta hay que colocar muchos nombres. Los nombres de todos los fieles cristianos que han conocido y creído en el amor de Dios y que han desarrollado su vida bajo la luz de esa fe. Personas, todas, a las que Dios ha manifestado su amor y se ha servido de ellas para llevar adelante su obra”, explicó el prelado.

En este sentido, Álvarez hizo una emotiva mención desde su madre y padre, a los santos canarios, pasando por los laicos comprometidos, obispos, sacerdotes, vida consagrada, plurales y numerosas realidades eclesiales, así como instituciones civiles, públicas y privadas.

También hubo espacio en su intervención para mirar al presente y futuro. “Nos sentimos felices de pertenecer a esta diócesis de San Cristóbal de la Laguna”, explicó.

“Que la celebración de este bicentenario nos impulse a valorar más la fe cristiana para protegerla, vivirla y difundirla con entusiasmo a las nuevas generaciones. Por eso, los cristianos debemos preocuparnos de acompañar el anuncio de Jesucristo con una vida gozosa y coherente con nuestra identidad de discípulos misioneros de Cristo”, insistió.

“Hagamos el firme propósito de iniciar con esperanza firme y grandeza de ánimo, bajo la inspiración y el auxilio del Espíritu Santo, el tercer siglo de nuestra diócesis de San Cristóbal de La Laguna, concluyó”.

El canto del Te Deum, como acción de gracias y de la Salve ante la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de la diócesis, sirvió para solemnizar el final de una mañana llena de emociones para los católicos de esta provincia.