Un armonioso retablo neogótico realizado en el pasado siglo XX preside su interior. El diseño fue realizado por Francisco Bonín.
El retablo de Santa Bárbara, patrona del regimiento de artillería, presenta cañones soportando su mesa frontal, recordando el ático a las techumbres del Alcázar de Segovia, antigua Academia Militar de Artillería. Tanto la imagen como el retablo, fueron donados por el ejército a la catedral.
Bárbara de Nicomedia, conocida como Santa Bárbara, fue una virgen y mártir cristiana del siglo III. Forma parte de la lista oficial del martirologio de la Iglesia Católica.
Según se recoge en el siglo X, Santa Bárbara fue una joven conversa de los primeros siglos de la era cristiana. Fue encerrada por su padre pagano en su castillo para forzarla a la apostasía, al no conseguirlo la asesinó y, posteriormente, murió fulminado por un rayo. Su fiesta se celebra el 4 de diciembre.
“ Bárbara de Nicomedia, conocida como Santa Bárbara, fue una virgen y mártir cristiana del siglo III ”
También se puede contemplar en esta capilla una imagen de la Virgen de la Salette, de factura moderna.
En esta estancia se emplaza un retablo de factura reciente de estilo neogótico. En él, se puede contemplar a Nuestra Señora del Carmen. Su cabeza es de origen anónimo tinerfeño de hacia 1672. El resto de la imagen, así como el Niño Jesús, es atribuido a Sebastián Fernández Méndez hacia 1745-1755. Está ejecutada en madera policromada, sobredorada, y estofada.
Resalta también la imagen de San Andrés, talla realizada en madera policromada y sobredorada por Cristóbal Ramírez hacia 1613 en Tenerife. Junto a ella la imagen de Santa Teresa de Lisieux, popularmente conocida como Santa Teresita del Niño Jesús
También es de admirar la imagen del Cristo de Burgos, ejecutada por Ezequiel de León Domínguez en el año 1987. Como peculiaridad, cabe destacar, que es una reproducción exacta de la primitiva imagen, obra de Lázaro González de Ocampo del siglo XVII, desaparecida en el incendio de la Iglesia de San Agustín el 2 de junio de 1964. Esta talla procesiona en la Semana Santa de la ciudad.
El bello Tríptico denominado Carmelitano, es un óleo sobre lienzo del pintor Nicolás de Medina datado en el tercer cuarto del siglo XVIII, en el que se representa los milagros de la Virgen del Carmen.
Se encuentra en la capilla de Santa Teresa de Ávila o de Jesús, en ella se presenta un retablo de estilo neogótico realizado entre los años 1913 y 1915. En su interior alberga una imagen de Santa Teresa de Ávila. Siguiendo los procedimientos clásicos ésta es tallada en madera, policromada y encolada. Su autoría es anónima y data de hacia 1670.
La capilla alberga también una imagen de San Mateo de reciente hechura y otra del Ecce Homo, ésta última ejecutada por Ezequiel de León Domínguez en 1964. Es una reproducción de la imagen perdida en el incendio de San Agustín, datada en el siglo XVII. Esta imagen procesiona en la Semana Santa de la ciudad.
“ Cerrando la capilla puede observar un cuadro con la temática del pasaje de Jesús y la mujer adúltera. Popularmente conocido como La Cananea ”
Cerrando la capilla puede observar un cuadro con la temática del pasaje de Jesús y la mujer adúltera. Popularmente conocido como “La Cananea”, se trata de un óleo sobre lienzo de origen sevillano, realizado por José María Rodríguez de los Ríos y Losada en el último cuarto del siglo XIX de hacia 1887.
Delante del retablo de la Inmaculada Concepción, se encuentra la lápida sepulcral donde reposan los restos de Nicolás Rey y Redondo, V obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna y máximo impulsor de la reconstrucción de la Catedral.
El retablo de la Inmaculada Concepción de María es de estilo grecorromano y procede del taller valenciano de la viuda de Damián Pastor, realizado antes de 1915. En su interior alberga la imagen de la Inmaculada Concepción de estilo neoclásico.
Completa esta capilla la escena de la Santa Cena, un óleo sobre lienzo ejecutado por Juan de Miranda hacia 1780.
En esta capilla reposan los restos del IX Obispo de la diócesis de San Cristóbal de La Laguna, Luis Franco Cascón, fallecido en el año 1984.
Llama la atención el monumental retablo del Santísimo Cristo de la Columna, de estilo barroco en madera marmolizada y dorada. Éste se realizó en 1775 y fue donado por Manuel Dapelo. Cabe destacar el lienzo situado en el ático o pared superior del retablo, una representación de la Santísima Trinidad que probablemente fuera obra de un autor local del siglo XVIII.
Digna de admiración es la portentosa imagen del Santísimo Cristo de la Columna realizada en madera policromada de procedencia genovesa, atribuida a Pietro Galleano y fechada en 1756. La técnica utilizada en la columna del conjunto es la de madera marmolizada. Esta imagen procesiona en la semana santa de la ciudad, tal y como lo hacen el resto de las que se encuentran en esta capilla.
Nuestra Señora de las Angustias es una imagen de candelero ejecutada por el reconocido imaginero Juan de Astorga en la ciudad de Sevilla, hacia 1863. Se trata de la única dolorosa de estilo romántico de la ciudad. Estilísticamente esta imagen es similar a otras obras del mismo escultor, como la Virgen de la Soledad de San Buenaventura de Sevilla o la Virgen de los Dolores de la Vera-Cruz de Umbrete.
Junto a ella, Santa María Magdalena, imagen de candelero del escultor Fernando Estévez encargada primitivamente para acompañar la imagen del Cristo Predicador, formando así el pasaje de la Conversión de la Magdalena. Actualmente procesiona con el Cristo Capitular, citado anteriormente.
Cerrando el ciclo de imágenes de esta capilla nos encontramos con el Corazón de Jesús, imagen moderna de mediados del S. XX.
Preside un magnífico retablo de estilo barroco del siglo XVIII. Está realizado en madera marmolizada y dorada. En su ático vemos un lienzo representando a San Sebastián, de autoría anónima y finales del siglo XVIII.
La obra principal del retablo es la de Nuestra Señora de Candelaria, una imagen de candelero realizada por el lagunero Faustino Álvarez a mediados del siglo XX. Destaca la candela, de madera dorada y estofada de principios del S. XVIII, así como la ráfaga de plata sobredorada de la misma centuria.
También se aprecia una imagen de San José de Anchieta, una escultura de bulto redondo ejecutada por el canónigo doctoral emérito José Siverio Pérez en la década de los 80 del siglo XX. Se trata del primer Santo nacido en San Cristóbal de La Laguna y el segundo santo de Canarias, conocido también como el Apóstol de Brasil. José de Anchieta, fue bautizado en 1534 en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, en la cual, en 1819, fue erigida esta Sede Catedral.
Frente al retablo se puede observar la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizada en candelero en los Talleres Valencianos en el año 1900. También está presente Nuestra Señora de la Soledad, obra de José Rodríguez de la Oliva en la primera mitad del S. XVIII. Estas dos imágenes fueron rescatadas del pavoroso incendio de la iglesia de San Agustín en el año 1964, el Nazareno con daños y la Virgen indemne.
“ La obra principal del retablo es la de Nuestra Señora de Candelaria, una imagen de candelero realizada por el lagunero Faustino Álvarez a mediados del siglo XX.”
Adosado al muro se puede ver un cuadro de los Mártires de Tazacorte, Beato Ignacio Acevedo y compañeros mártires, asesinados por los piratas hugonotes en la costa oeste de la isla de la Palma.
En esta capilla resalta el monumental retablo de San José. Está realizado en madera tallada y pertenece al barroco canario del siglo XVII. Del mismo período es la imagen de San José, una escultura de bulto redondo sobrevestida, atribuida al escultor Lázaro González de Ocampo en el año 1697. Destaca la morfología de su rostro, el trabajo de sus manos y su cabellera.
Junto a él destacan las imágenes de San Joaquín y Santa Ana, probablemente de origen tinerfeño del siglo XVII. La imagen de San Jerónimo, situada en el ático del retablo, está datada en el último cuarto del siglo XVII.
En el suelo de ambos laterales del retablo de San José reposan los restos mortales del Deán José Osuna y Batista y de los Condes de Sietefuentes, benefactores de la diócesis.
“ Resalta el monumental retablo de San José. Está realizado en madera tallada y pertenece al barroco canario del siglo XVII. ”
Cierra el conjunto un cuadro de San Fernando, un óleo sobre lienzo del taller del pintor lagunero Cristóbal Hernández de Quintana fechado en el siglo XVIII.
En esta capilla se administra el sacramento del bautismo, de la iniciación cristiana. En el centro de esta capilla bautismal se puede observar la pila, obra del siglo XX. En su lateral se encuentra un armario donde se conservan los Santos Óleos y el Crisma que utilizan las parroquias de las cuatro islas pertenecientes a esta diócesis.
El retablo que preside tiene como advocación a Santo Tomás de Aquino, fue policromado y dorado a mediados del segundo tercio del siglo XX. En él se puede ver la imagen de Santo Tomás de Aquino de bulto redondo y policromada.
Destaca también la bella imagen de Nuestra Señora de la Merced, obra del escultor lagunero José Rodríguez de la Oliva del tercer cuarto del siglo XVIII. Junto a ella San Lorenzo, imagen de candelero del siglo XVII-XVIII.
Resalta el cuadro titulado Nacimiento de la Virgen, se trata de un óleo sobre lienzo obra del pintor lagunero Juan de Miranda, realizada entre 1783-1795. Se pueden distinguir tres planos. A la derecha, Santa Ana en la cama tras el parto, observada desde lejos por San Joaquín. A la Izquierda, una matrona calentando los pañales para la virgen y, en el plano central, la Virgen Niña siendo aseada tras el parto en una fuente de agua. De este cuadro también destaca su marco barroco, realizado en madera dorada.