En la girola se encuentra el monumento funerario a Fernández de Lugo, conquistador de las islas de La Palma y Tenerife y fundador del la ciudad de San Cristóbal de La Laguna. Fue realizado en mármol de carrara en el año 1881 para albergar los restos del que fuera conquistador.
Merece una detenida contemplación la bella imagen de David y Abimelec, un óleo sobre lienzo realizado por Juan de Miranda en el tercer cuarto del s. XVIII. A su vez, hace juego con el lienzo de Elías confortado por el Ángel situado justo en el lado contrario de esta girola.
Otra pintura a destacar es la de Santa Isabel de Portugal, obra del pintor hispalense Antonio Quesada en el segundo cuarto del siglo XIX, hacia 1834. Esta creación hace juego con los lienzos de San Fernando Rey y de San Cristóbal situados junto a éste en la parte central de la girola. Tanto San Fernando como Santa Isabel se conforman como los copatronos de la diócesis. En los paisajes de fondo de los lienzos de Santa Isabel y San Fernando se presenta la que fue la primera la fachada de esta Catedral.
También en la girola nos encontramos con la portentosa imagen del patrón de la ciudad y titular de la diócesis, San Cristóbal.
“ Este cuadro de grandes dimensiones está considerado como una de las obras pictóricas más importantes de todo el archipiélago canario. ”
Con una obra de Ánimas del Purgatorio se llega al final de la girola. El cuadro está realizado en óleo sobre lienzo, ejecutado por el pintor Cristóbal Quintana en la primera década del siglo XVIII. Este cuadro de grandes dimensiones está considerado como una de las obras pictóricas más importantes de todo el archipiélago canario.
La obra se organiza en tres bandas horizontales. La primera corresponde al Purgatorio, donde las almas se encuentran entre llamas purgando sus pecados con su vista alzada implorando el perdón (excepto tres que simbolizan las vanidades de este mundo). Entre las ánimas, destaca un varón con una peluca en su mano. El historiador Romeu Palazuelos planteó que podría representar al díscolo Cristóbal del Hoyo, Vizconde del Buen Paso, primera persona en introducir en la isla la peluca al estilo francés.
En la segunda banda se observa el Juicio Final, donde San Miguel pesa las almas con una balanza siendo supervisado por la Virgen como mediadora. Junto a ella, San José invita a observar la escena. Llama la atención como en el lateral derecho un ángel saca un alma del purgatorio.
Por último, en la última banda, se encuentra la Gloria, representada por la Santísima Trinidad rodeada por una gran multitud de Santos y ángeles. Rompiendo la escenografía de las ánimas del purgatorio, en la parte central de la primera banda, encontramos insertado un lienzo de la Virgen del Socorro realizado en la primera mitad del siglo XVIII.